Miradas colectivas de América Latina". Un recorrido desde adentro y en conjunto. - Gisela Volá

Gisela Volá es fotógrafa, maestra y miembro de Sub, una cooperativa de fotógrafos creada en 2004. Su trabajo aborda ensayos fotográficos con ejes sociales contemporáneos, desde una perspectiva íntima que retrata historias de vida con una perspectiva de género. Participó en más de 30 exposiciones individuales y colectivas en todo el mundo, además de innumerables festivales, coloquios y reuniones de fotografía durante la última década. Obtuvo el 1er Premio de la Bienal de Arte de Cuenca (2009) y el 1er Premio del Año en América Latina (2012/2014).

Máster de Periodismo Documental en la UNTREF (Universidad Nacional de Tres de Febrero - Buenos Aires. Forma parte del profesorado del Máster Internacional de Fotografía de la Escuela EFTI, Madrid. España. La plataforma y el documental del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda.

A través de Sub, sus ensayos fueron publicados en los medios nacionales e internacionales (Le Monde, Le Figaro (Francia), Petra, Der Spiegel, Die Zeit (Alemania), Gatopardo Magazine (México), Black Label (Perú) Periódico “El nuevo Día ”(Puerto Rico), entre otros. Como co-curadora, formó parte de las exposiciones" Modelo familiar "para desarmar" (Con sub) y "Caucho de un cuerpo en intervención" (Junto con Ana Casas Broda).

Actualmente, coordina la plataforma educativa y el programa de laboratorio de producción e investigación fotográfica y forma parte de CRIA (Asociación Civil que crea redes artísticas e independientes), desarrolla un trabajo fotográfico sobre imágenes de brujería y escribe el guión audiovisual sobre identidad de género. , como parte de su tesis en periodismo documental.

http://fotografosargentinos.org/gisela-vola.php

Gilda, milagrosa

"... Lo sagrado es lo que queda cuando no queda nada"

Miriam Bianchi era una jardinera experimentada, tenía hijos y llevaba una vida pacífica. Un día, hizo una audición para un grupo de cumbia y ganó. A partir de ese momento, dejó su vida familiar y se convirtió en "Gilda", la cantante que revolucionaría la música tropical y, en tres años, vendería más de 5 millones de discos en Argentina, Bolivia y Perú. Ella conquistó la escena con sus diferentes personajes y faldas cortas, pero también sabía cómo representarse a sí misma con su capucha y corona azul, usándola como doncella, inspirada en la película Braveheart. A través de su música, invitó a la audiencia a sumergirse en sus mundos mágicos, creando una fuerte conexión con sus fanáticos. Pero su carrera como cantante y compositora fue corta. El 7 de septiembre de 1996, tuvo un accidente camino a un recital y murió junto a su hija, madre y tres músicos. Desde esta tragedia, Gilda ha sido canonizada como la santa de este baile popular, que resuelve problemas con amor, dinero y salud. Sus fanáticos dedicados crearon una religión pagana basada en este santo, que coexistía armoniosamente con el ritmo de la música tropical y los milagros. Su santuario está al lado de una carretera y es visitado durante todo el año, al igual que su tumba en el cementerio de Chacarita (Buenos Aires), que sirve como refugio para comer, bailar y amar sin ninguna duda.